La cultura griega tiene su comienzo en la civilización conocida como cretense (por los habitantes de la Isla de Creta) cuyos principios se remontan a unos aproximados 3000 a. C.
No hay dudas que varias cosas les debemos a los griegos a nivel cultural y legal. Acuñaron monedas, organizaron ciudades-Estado, promulgaron leyes, nos legaron la filosofía y la medicina. Me atrevo a decir, sin ánimos de exagerar, que en Grecia está resumido el patrimonio histórico de la civilización occidental.
Sin embargo, la situación hoy es muy diferente. Grandes y violentas manifestaciones en Atenas, reflejan las graves circunstancias que atraviesan a raíz de su crisis económica. Los manifestantes, cientos de miles, atacaron edificios de la administración pública, comercios y bancos. Una huelga general, paralizó la regularidad de las clases, servicios ferroviarios, hospitales y líneas aéreas.
El grueso de la protesta se debe a que para obtener un préstamos de entidades internacionales, la ciudadanía deberá soportar un plan de ahorro, o programa de ahorro. Este incluye recorte y congelamiento de salarios públicos más un aumento considerable en los impuestos.
La situación es apremiante, y exige respuestas rápidas. Lo que está en juego no es solamente la estabilidad económica, el índice de producción o la balanza de pagos. Son personas, vidas. Que hoy se ven deterioradas, detenidas, impacientes, encrespadas.