sábado, 26 de junio de 2010

Ambigüedad

Por un lado vemos ese falso alegato. El discurso demagógico del líder o de la líder con el pueblo, estilo Perón, sin llegar a ser peronismo. Está ese considerarse popular, progresista, plural, solidario. Regalar casas, terrenos, dinero, computadoras, anunciar 2 o 3 veces las mismas obras… divertir. Pero lo que no se logra con trabajo genuino, estabilidad económica, producción real y sostenida, salud, educación esmerada y de calidad no puede durar demasiado tiempo.

La otra cara de la moneda.

El reclamo del ex embajador Sadous de que había una embajada paralela es del año 2008-2009. Formalizó un reclamo por una suma millonaria faltante en una cuenta a nombre de Argentina en Venezuela (un fideicomiso)
Fue ahí cuando lo quitaron del medio. Lo tildaron le molesto, le pidieron que guarde silencio. Por último lo relevaron de su cargo. En este variette está involucrado el Ministerio de Planificación y su titular, Julio de Vido.
Por añadidura los nunca retornados, jamás aclarados ni declarados Fondos de Santa cruz. Otra suma millonaria para las arcas K.

¿Es necesario que salgan los ultra K, los K inclusive a decir que todo esto es una operación política de Magnetto y del grupo Clarín?

¿Qué quieran sumariar a Sadous por violar secretos de Estado por hacer una declaración en el congreso?

ES UN HECHO CORRUPTO, otro más. ¿A caso el gobierno no tiene pensado remover a De Vido y hacer la correspondiente investigación? Claro que no, sería como investigarse y removerse a sí mismos.

Insisten en hacer el ridículo hablando de inexistencias y tomándonos por idiotas.

Será que no podemos disuadirlos de que al margen de esa horda violenta, ignorante y vetusta que los corteja, hay un pueblo real. Una ciudadanía cansada de este manoseo. De esto fomento de la vagancia y del garantismo para con los perpetradores. Donde no hay legítima defensa para las victimas. Personas cansadas de la justicia lenta y de las injusticias diarias. Sin contar que justifican la asignación universal por hijo diciendo que la inscripción en las escuelas aumentó un 25%, más chicos estudiando, menos chicos en la calle. La inscripción en la escuela no garantiza que el alumno estudie, mucho menos que relegue la calle.
Esto debe cambiar. Si no tenemos la esperanza de que así será ¿qué más nos queda?
El Dr. Marcos Aguinis tituló su panfleto: Pobre patra mía. Cuanta razón tiene.