viernes, 13 de agosto de 2010

Cultura Violenta

La palabra Violencia de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española proviene del latín, violentĭa. Y tiene cuatro acepciones: 1. f. Cualidad de violento. 2. f. Acción y efecto de violentar o violentarse. 3. f. Acción violenta o contra el natural modo de proceder. 4. f. Acción de violar a una mujer.

Al pensar en lo que vemos en el noticiero, lo que leemos el diario o escuchamos en el resumen informativo de la radio, ¿podemos diferenciar los hechos relacionados con la inseguridad de los hechos violentos? Lamentablemente no. Porque esas situaciones de inseguridad que hoy nos aquejan están revestidas de violencia. Resulta que para quitarte la cartera te secuestran, violan o matan. Si te defiendes te matan. Si intentas razonar con el delincuente te mata.

En el conurbano bonaerense solamente hay unas 14.000.000 de personas (sino más), y unos 60.000 policías (sino menos). Hagan cuentas de cuantos policías pueden estar en servicio al servicio de la protección ciudadana, si quienes habitamos el conurbano los superamos en nada menos que 230 a 1.

Cuando pienso en significados o connotaciones de la palabra violencia, al margen de su definición, podría dividir estos en dos categorías, en lo personal o individual y en lo social.
La categoría individual, responde a mí entender al individuo o a la violencia que se ejerce sobre un individuo en particular o que tiene un instigador o ser violento sobre otro, me refiero a una relación de uno a uno (Simbiosis negativa)
Mientras que la categoría social, la entiendo como aquella que afecta a los grupos sociales, al margen del tamaño, y que es “administrada” por otros grupos reducidos que no padecen las escaladas de violencia en que resulta la permanente apología de la intimidación, el fanatismo y en algunos casos la “picardía de instigar a la violencia”.

¿Cómo ejemplificar estas categorías?
En lo individual: silencio, explotación laboral, vejaciones sexuales, violencia psicológica (descalificación moral, adicciones), relaciones de marcada superioridad física y/o psicológica (pederastia, castraciones maternas), discriminaciones obvias y no tanto.
En lo social: la marginación y/o exclusión, pagar planes sociales contra la asistencia a marchas multitudinarias, grupos de choque enfrentándose entre si, asaltos a mano armada, secuestros.

Si tenemos en cuenta que la violencia es desplegada sobre, niños, mujeres y ancianos a nivel familiar o los miembros más endebles de la familia, a nivel social también se ejerce un mecanismo violento de arriba hacia abajo. Por ejemplo cuando todavía se discute la legalidad del aborto en mujeres discapacitadas y menores impúberes victimas de abuso sexual agravado por el vínculo.

Creo que es necesaria la instrumentación eficaz de los mecanismos de control, porque en principio esa función preventiva debe cumplirla el Estado a través de los organismos de gobierno. Luego debe verse apoyada por instituciones sociales que estén especializadas, como la asistencia psicológica en los centros de salud pública; el apoyo de la justicia, por medio de su aplicación imparcial y oportuna, la seguridad mediante el uso de la fuerza pública cuando sea necesaria.
Otra cuestión no menor es la situación socioeconómica, que requiere de enormes ajustes, para generar condiciones de acceso a la asistencia y la información de los ciudadanos en condiciones precarias, por ejemplo medidas de control de la natalidad y de la mortalidad infantil.

En este momento hay obstáculos desde mi punto de vista (humilde), que cultivan de alguna manera esta cultura de la violencia y la inseguridad:
*La falta de políticas de Estado. De hecho, hay una permanente y creciente polarización social. A falta de políticas, también la escasez o nulidad de presupuesto.
*El deterioro del traspaso o transmisión cultural de valores como la instrucción, el trabajo y la cooperación social.
Podría también enumerar dos factores que permitirían hacer una vuelta de página a esta situación:
*Contamos con el altruismo y la nobleza propia del género humano, nuestra. La de los individuos, que como seres sociales y organizados, deseamos una sociedad justa, instruida y no violenta. Que trabajan todos los días por educar hijos solidarios y considerados.
*La coordinación de organizaciones no gubernamentales (ONG) que se esfuerzan desde el ámbito privado/ particular para implementar mecanismos de regulación de la no violencia y la cooperación social, siempre desde el voluntariado y la solidaridad.

Y si bien todo esto es loable, hacen faltan decisiones y acciones desde los gobiernos nacional y provincial, que hoy estan ausentes y lejos de atender las necesidades de una parte de la población que vive en la marginalidad por falta de acceso a la salud, la educación y del trabajo.