miércoles, 21 de noviembre de 2012

Entre el deber y el poder


Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder.

Montesquieu.

Bancarios, portuarios, personal ferroviario, docentes, personal de servicios de salud, petroleros, camioneros, personal de peajes, aceiteros, azucareros, trasportistas y poder judicial, son los gremios que más acataron al paro nacional de hoy.
En marzo de 2008 se habló de piquetes de la abundancia, cuando el conflicto agropecuario, hoy casi 5(cinco) años después se llamó piquetazo al paro nacional más grande desde los que sufrió Raúl Alfonsín en la década del ´80. Lo más llamativo es que se formalizó un paro nacional, organizado por las dos centrales obreras más importantes del país a un gobierno que se autoproclama nacional y popular.

El reclamo obrero tiene varios ejes, los mismos que se vienen demandando desde hace unos años, entre ellos: impuesto a las ganancias, asignaciones familiares, topes indemnizatorios, 83% de movilidad jubilatoria, la inflación que enflaquece el bolsillo de los trabajadores y la precariedad laboral-que merece un capitulo aparte pues el primer pagador en negro es el Estado-.
Ninguno de estos reclamos fue escuchado en el pasado, y oídas las respuestas de la primera mandataria por la tarde y de los funcionarios que hicieron sus declaraciones más temprano, han caído nuevamente en saco roto. Lo de "hoy no fue una huelga, ni un paro, ni siquiera un piquete", sostuvo la presidente de la Nación.

Me atrevo a citar a Gonzalo Ballester, “El poder más peligroso es el del que manda pero no gobierna”.  Usted tiene en sus manos el poder para cambiar la historia en beneficio de quienes han convalidado su estadía (temporal) con el sufragio. Más sin embargo no es tanto tener el poder, como tener el deber de hacerlo.  ¡Atroz! señora presidente, su desconocimiento o negación voluntaria de las diversas realidades, necesidades y continuos reclamos de quienes conformamos la clase trabajadora.
Elizabeth!