martes, 8 de marzo de 2011

Día Internacional de la Mujer


Cuadro de situación. Nosotras en el paraíso hace un par de milenios atrás. El mundo era un centro comercial gigante, no existían las tarjetas de crédito, la cuenta corriente era lo habitual. Así que si te antojabas de peras o sandías agarrá, agua de vertiente…a raudales. Los críos se educaron en la naturaleza, y de no ser por el fatídico incidente de manzana, por lo demás “Dios proveía” en materia de maternidad.

Si vamos a tener un dejo de modestia… Eva la tuvo bastante fácil. No pasó por nada que nosotras conozcamos. No tuvo dolores menstruales, de hecho, creo que no menstruaba. No hubiera parido con dolor. Tampoco tenía suegra o madre machacando los defectos. Y como no había competencia, no creo que le preocupara que Adán mire con ternura al resto de las criaturas de la creación, ya que eran animales (literalmente).

Henos aquí hoy, habiendo cruzado el umbral del tercer milenio D.C. Sin tarjeta de crédito y débito no existimos, comprarnos ropa es una aventura. Si vas al supermercado y por casualidad te ven mirando con más lascivia de la normal la góndola de embutidos, hasta el fiambrero (rollizo él) te mira con cara de “estás por romper la dieta”. El agua mineral sale fortuna, la de la canilla casi no se puede tomar y la termal para el rostro es un verdadero lujo.
En lo que maternidad respecta, y no porque tenga experiencia en la materia, tenés que actualizarte desde que el individuo en cuestión llega. Todos los meses te cambian el paradigma de crianza, si tenés suerte te quedas con una receta única, que te servirá de manual, pero sólo para el primero. Porque el segundo no solo no se le parecerá en nada, sino que además te traerá otras complicaciones. Por ejemplo, ahora le tenés que explicar además al primero, que es el mayor, que se porte bien y que por un tiempito el recién llegado acaparará la atención, eso sin que se desborde, haga un berrinche o deslice el primer “arruinaste mi vida”(dependiendo de la edad de tu primogénito). Sin contar las actividades diarias, deportivas, educativas y sociales que te tienen de un lado para otro como maleta de loco.

Volviendo sobre las desventajas. El bonum extra: tu madre + tu suegra = cátedra de vida. Porque nadie como ellas para decirnos con puntos, comas y estrías todas nuestras falencias. Allí están impolutas y afiladas, hablando cuando no deben y declamando un rosario de viejas recetas sobre todo lo que saben. Que traducido a tiempos, individuos y esquemas socio-familiares carece de actualización.
Si la rutina de llevar a tus 2 o 3 hijos a la escuela, a todas sus actividades, tu trabajo y tu marido te desborda, es porque no sos como ellas. Ellas podían con la casa el marido y los hijos…claro. Pero no trabajaban, ni estudiaban, los chicos no iban doble jornada y el marido pasaba unas 16 horas afuera y no existía el celular. Por lo que nunca llegaba un mensaje que dijera: “No puedo pasar a buscar al nene, ¡encárgate vos! TKM”. Maldita tecnología.

Pasemos a otra de las “facilidades” de ser Eva en el principio de los tiempos. Ella no estaba desesperada por la estética corporal. Hagamos una cuenta breve. Peluquería (peinado y nutrición) $80 (non top) + belleza de manos y pies $70 (bastante básico)+ depilación $100 (x mes) =$250. Esto es lo que nos cuesta mantener la apariencia casi jovial con la que vamos a trabajar, salimos los domingos y recibimos visitas los viernes. Esto sin contar los electrodos, las vendas frías, la meso y masoterapia, el bronceado sin sol y quien sabe que más.

Pero no es verdad que todo tiempo pasado fue mejor. Nosotras hemos conquistados muchos espacios que reclamamos como propios, en la cultura, las ciencias, el mundo del trabajo y hasta en la política. Aquellas situaciones que eran impensadas hace 60 años, hoy gozan del avance y permanencia de las mujeres y sus distintos enfoques.

Ideas innovadoras, carisma y un enorme sentido de la responsabilidad han permitido que lleguemos mucho más lejos de lo que nuestras tatarabuelas hubieran pensado jamás.
Cuento entre mis relaciones, con el placer de conocer mujeres maravillosas. Que destacan en aquellas cosas que hacen, que cumplen diferentes roles y libran pequeñas batallas personales con firmeza, pasión y altura.
Así que mis estimadas, Eva la tuvo fácil. Era una vida servida en bandeja, de eso no cabe duda. Pero nosotras hacemos historia. FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER para todas.